Capítulo 3
Visitemos la casa de Sakaki
Yuichi tomó la ruta menos transitada para ir a su casa.
Echó un vistazo a Aiko que estaba caminando a su lado. La chaqueta de Yuichi lograba ocultar la mayor parte de la sangre sobre su uniforme. No podía ocultarlo todo, pero al menos era mejor que nada.
Aiko se percató de su mirada y le dijo. “Oye…”
“¿Qué sucede?”
“¿Eh? Um, estaba pensando… ¿Eres realmente fuerte? ¿Practicas algún deporte o algo?” Sus mejillas tomaron un débil tono rosado. Probablemente se refería al momento en que la cargó con un brazo.
“Nah, no practico ningún deporte.”
Ella pensó por un momento y luego volvió a hablar. “Oye. ¿Siempre cargas cosas como agua bendita y torniquetes contigo?” Su desconfianza era algo normal. No muchos estudiantes cargarían ese tipo de cosas consigo.
“Es algo así como el hobby de mi hermana mayor. Ella me hace cargar con estas cosas. Ella es del tipo que se pregunta, ‘¿Qué harías si estuvieses atrapado en un terremoto? ¿Si unos demonios te atacasen?’ ese tipo de cosas.”
“¿Eh?”
De nuevo, no podía culparla por su respuesta. Definitivamente sonaba absurdo cuando lo digo en voz alta. Desearía no haberlo dicho.
“Bien, sí, entiendo cómo te sientes. Me siento de la misma forma… pero luego de ver eso en la vida real… talvez mi hermana tuviese un punto.”
Pensó de vuelta en esos esqueletos con sus ropas rasgadas. Resultaba difícil reírse de los hobbies de su hermana tras lo que vio.
Los esqueletos no habían desaparecido así que los escondieron en los arbustos. Yuichi quería evitar cualquier tipo de pánico que pudiera ocurrir si los encontrasen.
“¿Pero y si no funcionaba?”
“Bueno, el ‘agua bendita’ probablemente sólo fuese agua corriente. Si te rociase con ella—” Antes de poder completar sus pensamientos, se encontró con la mirada de Aiko. Yuichi cerró su boca, dándose cuenta de lo desconsiderado que estaba siendo.
“Lo siento. Podemos hablar sobre eso en mi casa.”
Poco después llegaron.
✽✽✽✽✽
La casa de Yuichi tenía dos pisos de alto, con un patio. Estaba cubierto por un elegante acabado blanco, y de seguro fue construida durante la tendencia de casas extranjeras. No era lo suficientemente grande como para llamarla una mansión, pero sugería un cierto grado de clase entre sus residentes.
“¡Estoy en casa!” Dijo Yuichi.
“Con permiso…” Añadió Aiko.
Yuichi pasó a través de la puerta y Aiko lo siguió.
Una mujer con un aire despreocupado alrededor suyo asomo su cabeza por el corredor.
¿Será la madre de Sakaki? Se preguntó Aiko. Esa fue su primera impresión. Ella era hermosa, el tipo de mujer que no parece verse afectada por la edad. Aiko no había conocido al padre de Yuichi, pero podía imaginarse que él había heredado un montón de la belleza de su madre.
“Bienvenido a casa. ¿Oh? ¿Trajiste a una amiga?” Ella parecía sorprendida por la repentina visita.
“Sí. Ella es Noro.”
“Soy Aiko Noro. Es un placer conocerla.”
“Yu no trae chicas a casa muy a menudo. Gusto en conocerte. Síguete llevando bien con él, ¿sí?”
“S-Sí señora,” dijo Aiko. Sin embargo, el ser amigos era decir demasiado, pensó. Ellos se habían hablado por primera vez ese día.
“¿Te molesta si Noro se da una ducha? Un balde de pintura se derramó sobre ella. Es un desastre.”
“Oh , querida. Espera un momento, iré a preparar las cosas.” La madre de Yuichi fue con prisa por el corredor.
“¿Quieres decir que ella se creyó eso?” Aiko estaba atónita. Ella habría tenido un montón de preguntas acerca de una historia como esa.
“Mamá no es del tipo que se fije en los pequeños detalles. Te daré un cambio de ropas. Tan solo sígueme.” Yuichi subió al segundo piso y llevo a Aiko hasta la habitación de su hermana.
La vista detuvo en seco a Aiko. Estaba llena de pilas de cosas… Cosas que ella ni siquiera conocía sus nombres. Tenía la sensación de que había un sentido entre tanta locura, pero seguía pareciendo simplemente cosas tiradas al azar.
Yuichi entró a la habitación y empezó a buscar en el armario,
“Ummh, deberían estar por aquí… ¡Aquí están!” Salió con unas panties, bra, una camisa, y una falda.
“¿Eh? Espera un minuto. ¡¿Qué estás haciendo?!” La vista frente suyo era incompresible. Un chico buscando entre las ropas de su hermana, y sacando su ropa interior como si nada.
“¿Qué crees? Estoy buscando algo que puedas vestir.”
“Oye.. ¿Eres consciente de lo que tienes en tu mano?”
Yuichi observo lo que estaba sosteniendo: el bra de su hermana mayor. “¡Oh! Lo siento. Ella es bastante plana. Supongo que no te cabrían, ¿verdad?”
Yuichi miró los pechos de Aiko mientras lo decía. Ella cruzo sus brazos en reflejo mientras lo fulminaba con la mirada.
“Bien, entonces puedes tomar las ropas de mi hermana menor.” dijo. “Probablemente te queden mejor.”
Yuichi apartó la mirada de Aiko y salió de la habitación de su hermana mayor para ir a la de su hermana menor.
Aiko lo siguió vacilante. Podía sentir como su expresión se tensaba. Yuichi estaba esperando frente a la puerta. Había un cartel que decía “YUICHI.”
¿Entonces él estaba bromeando sobre prestarme las ropas de su hermana menor? Pero no estoy segura de querer usar las ropas de Sakaki…
Yuichi entró a la habitación y le hizo señas a Aiko para que lo siguiese.
Había una chica adentro. Se estaba sacando su uniforme escolar.
“¡¿Eh?! ¿Eh? ¿Qué está pasando? ¿Eh? ¿Qué? ¡¿No era tu cuarto…?!” Aiko volvió a revisar el cartel de la puerta. En efecto, decía YUICHI. Pero escrito abajo a la derecha, en letras más pequeñas, estaban las palabras YORIKO.
“Oye, Yori. Puedo ver tu espalda. Oh, esta es mi hermana menor, Yoriko.” Yuichi apunto a la chica que se estaba desvistiendo.
“Gracias, hermano. ¿Eh? … ¿Una chica?” Los ojos de Yoriko se abrieron de par en par al ver a Aiko.
“Sí, traje a una amiga. Se llama Noro. Sus ropas se ensuciaron. ¿Podrías prestarle tu uniforme?
“Seguro. Espera un momento.” Yoriko terminó de desvestirse completamente hasta quedar en ropa interior, luego se cambió a su ropa casual.
“¡¿Por qué tu hermana menor se está cambiando aquí?!”
“Porque… también es su cuarto.”
“¿Eh? ¡Eso no tiene sentido! ¿Qué? La habitación de tu hermana mayor está alado, ¿no? ¡¿No deberían compartir habitación?!”
El cuerpo de su hermana menor estaba claramente bien desarrollado, en el sentido femenino. La mayoría de las personas considerarían inaceptable que el hermano comparta habitación con su hermana a su edad.
“Algunas familias lo hacen. Pero sólo hay dos habitaciones, y como Mutsuko es la mayor, ella tiene la suya para ella sola.”
“¿Eh? ¿Qué? ¿Y estás bien con eso? ¿Lo estás, Yori?” La cabeza de Aiko estaba llena de preguntas.
La respuesta de Yoriko fue avanzar directamente hacia Aiko y llevarla al pasillo.
Una vez estaban fuera, cerró la puerta detrás suya. Sea lo que sea que iba a decir, no quería que Yuichi lo escuchase.
“Te llamas Noro, creo. ¿Sería correcto asumir que estás saliendo con mi hermano?” Yoriko se inclinó sobre ella, con una expresión grave. Su voz también se había suavizado para darle un peso extra a sus palabras. Su cara era muy bonita, como la de su madre.
“¿Eh? Oh, um, no, no estamos saliendo. En realidad, hoy es la primera vez que hablamos.” Aiko tartamudeo sintiéndose extrañamente presionada.
Esta chica parecía curiosamente madura para ser una estudiante de secundaria.
“Ya veo… Estoy feliz de escuchar eso. Entonces, está claro, mi hermano simplemente está ayudando a una persona necesitada. Ahora, Noro. Como eres su amiga, permíteme ofrecerte una amable advertencia: No te metas en los asuntos de nuestra casa.”
“¿Eh?”
“Estoy satisfecha con las cosas como son. No puedo permitir que alguien se cuestione sobre si es aceptable que unos hermanos compartan habitación. ¿Entiendes?”
“No, me temo que no.” Aiko estaba adoptando una extraña forma formal de hablar. “Porque… es decir, ¡en serio! ¡¿Quién hace eso?!”
“Nosotros, aquí, en esta casa. ¿No sabes qué es grosero juzgar la vida de los demás?”
Aiko no podía pensar en una respuesta a eso. Ella realmente lo encontraba extraño, pero si a Yoriko no le molestaba, no había mucho que pudiese decir. Simplemente la dejo con una sensación de que no era correcto.
“Ahora, creo que necesitabas un cambio de ropas. Muy bien. Te prestaré algunas. Deben ser un par nuevo, que aún no he usado. Conociendo a mi hermano, habrá olvidado tener en cuenta ese detalle.”
“Oh, sí, intento darme la ropa interior de su hermana mayor…”
“Ahora regresemos a la habitación. Abstente de mencionarle nuestra pequeña conversación.”
“S-Sí.”
Yoriko dominaba la conversación. Aiko no podía hacer nada más que seguirle el paso.
Yoriko abrió la puerta y volvió a entrar a la habitación.
“¿Qué estaban haciendo ustedes dos afuera?” pregunto Yuichi, mirando a ambas en confusión.
“Aw, lo siento hermano. ¡Tan solo era una pequeña charla de chicas! ¿Verdad?”
“¿Eh? S-Sí…” Aiko tartamudeo sobresaltada.
“Hmmm. Bueno, eso es genial. Escoge lo que puedas prestarle rápido, ¿sí? Probablemente se sienta bastante incomoda estando así.”
“¡Siiii!” La actitud de Yoriko había dado un cambio de 180 grados. La fría formalidad de antes se había desvanecido. Parecía como una chica totalmente inocente de su edad.
¿Qué pasa con estos hermanos?
Aiko la miraba atónita mientras recogía las ropas.
✽✽✽✽✽
Yuichi estaba esperando en la mesa cuando Aiko volvió.
Ahora sin sangre y vistiendo las ropas de Yoriko, parecía completamente renovada.
Se sentó en frente suyo.
Yoriko había bajado por consideración, dejando a Yuichi y Aiko en la habitación solos.
“Bien. Ahora, por favor dime. ¿Qué te hace pensar que soy una vampira? Sé que pensaste que era extraño que mis heridas se curasen tan rápido, pero, ¿qué te hizo pensar en un ‘vampiro’? ¿Acaso ya sabías lo que soy? Y si es así, ¿cómo?”
“Debes prometer no decírselo a nadie. En cambio, no le diré a nadie sobre ti. ¿Te parece bien?”
“Sí.”
“Bien. La razón por la que sé que eres una vampira… es porque un día, de la nada, empecé a ver etiquetas sobre las cabezas de las personas. Parecen revelar algo acerca de ellas.. y tu etiqueta dice ‘Vampira.’”
“¿Eh?” Aiko quedo boquiabierta.
Claramente no era la respuesta que esperaba.
“Sé que probablemente no me creerías, pero, ¿por qué me inventaría algo así?”
“Bueno… Supongo que te creeré por ahora. ¿Así que no lo escuchaste de nadie más? ¿Nadie más lo sabe?”
“Sí, lo dije basado en la etiqueta. Y no le he dicho a nadie que eres una vampira. Le mencioné a mi hermana mayor que había una vampira en mi clase cuando le hablé sobre mi vista, pero no le dije quién era.”
“Oh, bien. Eso es bueno, entonces… solo para ser clara, es un secreto, ¿de acuerdo? No le digas a nadie.” Aiko parecía aliviada a pesar de la advertencia.
“No se lo diré a nadie. Realmente no me gustan los problemas.”
“Pero… cuando me salvaste, ¿no te metiste en problemas?”
“No puedes abandonar a alguien herido, ¿sabes? Hablando del diablo, ¿por qué ese chico te perseguía?”
“No estoy segura… encontré una carta en mi casillero. Decía ‘Quiero hablar contigo de algo importante.’ Era de un chico llamado Hiromichi Rokuhara de la clase 2-A. No estaba segura de que hacer ya que nunca había sido invitada por un desconocido antes, pero él es mayor así que pensé que sería grosero no ir. Pero cuando lo vi en el patio el cielo se oscureció de repente y esos esqueletos vinieron detrás de mí.”
“¿Quiñen era ese chico? ¿Qué intentaba lograr?”
“El me llamo monstruo. Dijo que me exterminaría…” La voz de Aiko se volvió fría al recordar el terror de aquel momento.
“…Oye, ¿eso no significa que este Rokuhara también sabe quién eres en realidad?”
“Lo juro, ¡no hice nada para delatarme! ¡Soy casi exactamente como una humana! ¡A veces incluso olvido que soy vampira!”
“Su etiqueta decía ‘Aprendiz de Cazador de Monstruos’ ¿Sabes algo sobre eso? Tal vez, los caza vampiros tengan poderes para revelar sus identidades.”
“Escuche que gente como esa existe, pero no creo que vayan tras mi familia, así que no pueden ser fáciles de ver.”
“Pero lo que importa es que un cazador te tiene en la mira. Deberías tener cuidado de ahora en adelante.”
“…¿Qué debería hacer? Papá se enojará bastante si descubre que alguien sabe lo que soy.”
“Aiko parecía desanimada. Su padre debería ser una persona aterradora.”
“Pero si es un cazador de monstruos, probablemente no quiera involucrar a los humanos. Eso significa que debes permanecer entre la multitud tanto como te sea posible, creo.”
“¿Crees que no hará nada si hay humanos alrededor?”
“Eso creo. Apuesto a que por eso huyo después de presentarme.”
“Pero en verdad no lo entiendo… Incluso si fuese una vampira, si muriese causaría una gran conmoción…”
Yuichi estaba de acuerdo con eso. Aiko no era simplemente un monstruo que se arrastra por las sombras. Si muriese o se perdiese, sería noticia.
“Entonces, no puedo pensar que pasa en su cabeza. Pero de todos modos…” Yuichi se inclinó un poco sobre la mesa.
“…Mantendré tu secreto, Noro. A cambio… ¿puedes ser mi confidente? Tengo muchas cosas en mi mente, como el porqué de tener esta vista. ¿Sabes?”
Yuichi miro fijamente a los ojos de Aiko. Necesitaba un confidente que pudiese guardar sus secretos. Una vampira de incognito podría ser perfecta para el trabajo.
“Bueno. Me sacaste de un buen apuro allá atrás así que, es lo mínimo que puedo hacer. Aunque pienso que no puedo hacer mucho más que escuchar.”
“¿En serio? Wow, ¡pensé que te negarías! Por supuesto que estoy bien con eso, pero aun así… Hombre, eso es genial. ¡Eres una gran persona, Noro!”
“¿Eh? ¿L-lo soy, en serio?” Su halago había hecho que sus mejillas se pusieran rosas. Tal vez la alegró.
“De todas formas. Iré al grano, hay una cosa que me molesta.”
“De acuerdo.”
“Hay una asesina serial en nuestra clase.”
“¿Eh?”
“Ella sabe que sé quién es.”
“¡¿Eh?!”
“Cargar con eso por mí mismo fue pesado, estaba buscando a alguien en quien confiar. De todos modos, ella es—”
“¡Espera! ¡No quiero saberlo! ¡No digas más!” Aiko grito. Esto no parecía ir en la dirección que ella esperaba.
“Es Natsuki Takeuchi.”
Aiko se desplomó por un momento, pero se recuperó de inmediato, poniéndose de pie para ordenar sus idas. “¡¿Qué demonios?! ¡Eso es horrible! ¡No pensé que querías hablar de eso!”
“¡Dijiste que me escucharías! Eso es lo que me estaba preocupando, ¿a quién más se lo podía decir? Ella dijo que si soltaba una sola palabra, ¡entonces mataría a toda la escuela! ¡No hay forma en que pudiese guardarme eso!” Yuichi no se detuvo. No iba a ceder ante su ímpetu.
“¡Oye! ¡Cálmate!” murmuro. “No quieres que nadie se entere, ¿cierto?”
“Oh… cierto. Um, lo siento.” La disculpa de Yuichi fue sincera. El realmente había ido muy lejos.
Aiko no parecía ser capaz de mantener el enojo en su cara. Lentamente volvió a sentarse.
“…Bien. Dije que escucharía después de todo. Y no puedo retractarme. ¡Ah! Solo no me digas nada que no sea totalmente necesario, ¿ok? ¡No quiero escuchar más sobre eso!”
“Gracias. Entonces, de todos modos… dijiste que no podías hacer nada más que escuchar, pero aun quiero preguntarte algo. ¿Puedes pelear, Noro?”
“Nope. Oh, y mientras estamos en eso: Soy visible en los espejos, puedo cruzar el agua, y puedo entrar a las casas de las personas sin ser invitada.”
“¿Exactamente que tienes de vampira?”
“¡No es como si yo pidiese ser una!”
“Buen punto. Lo siento.”
“De todas formas, si fuera tan bueno, tan sólo protegería mi secreto chupándote la sangre y haciéndote mi esclavo. ¿No lo pensaste?”
“Ah.” Yuichi no había considerado eso. “Supongo que no pareces ser del tipo peligroso. Takeuchi tiene una especie de aura amenazante a su alrededor… Aunque puede ser mi propio prejuicio.” Lo primero que notó sobre ella fue la etiqueta de asesina serial, e inmediatamente la trato como tal. No podía ser objetivo. Todo sobre ella le parecía sospechoso.
“Bueno, entonces bien. De todas formas, no tengo ninguno de los poderes típicos de los vampiros ni sus debilidades. Si los tuviese, no sería capaz de ir a la escuela.”
“Pero, no soportas los sutras y cosas como esa, ¿no? ¿Eso no te hace las cosas más difíciles?”
“No del todo. Es decir, no me encuentro con cosas budistas en mi día a día. Y puedo soportar los sutras si me esfuerzo.”
Eso no se lo había esperado en lo absoluto, y quizás eso se reflejó en su rostro. Aiko se puso a la defensiva.
“Parece que no me crees. Mira, soy japonesa, así que no me molestan las cruces, por eso no son una debilidad para mí.” Las cruces y el agua bendita solo funcionan en los vampiros que creen que son sagrados. Así que solo funciona en vampiros con culturas cristianas.”
“¿Es así como funciona?”
“Sí. Entonces si un vampiro es ateo no tiene debilidades religiosas, ¿entiendes?”
“Eh. ¿Entonces no sería beneficioso para los vampiros no creer en ningún Dios?”
“Mi abuelo es francés. Al parecer la gente de allí no puede imaginarse siendo ateos.”
“Ah, eso lo explica.”
“¿Explica qué?”
“Tienes un bello estilo francés en ti. Supongo que es por tu abuelo.” Ser un cuarto francés podría explicarlo.
“¿Eh? Um, bueno… eh… D-De todas formas, como dije, ¡casi no tengo poderes vampíricos! Umh, ¡aunque aparentemente los sentimientos de culpa juegan un gran papel en la forma en que funcionan los poderes!”
Aiko estaba claramente nerviosa, pero a Yuichi no le importó. Siguió hablando: “Es no es lo que me esperaba… Oye, dijiste que no chupabas sangre, ¿cierto?”
“Ugh, ¿tenías que preguntarlo?”
“¿Eh? ¿No debería? No tienes que responder si no quieres.”
“Bueno, es un poco incómodo, pero… en realidad mezclo la sangre con mi comida. La sangre fresca es asquerosa y maloliente. No puedo con ella.”
“¿Es sangre humana?”
“Sí. Pero no ataco a nadie ni nada perecido. Usamos la sangre que se extrae para las transfusiones. Nuestra familia maneja un hospital. ¿Conoces el Hospital General Noro?”
“¿Eh? ¿Es el Hospital de tu familia?” El Hospital General Noro. Era el hospital central de la región. Todo el mundo lo conoce. Es conocido como el hospital con más de mil camas.
“Sí.”
“¿Y todos en tu familia son vampiros?”
“Sí, es hereditario.”
Sonaba como si ella realmente no tuviese ninguna habilidad de combate. Muy mal. Si ocurría alguna pelea, Yuichi tendría que valerse por sí mismo.
Finalmente había encontrado un aliado, pero aún estaba lejos de resolver algo.
✽✽✽✽✽
El día anterior, Aiko apenas había notado al chico llamado Yuichi.
Ella tenía un montón de amigos hombres con quienes hablaba en clase, y nunca se vio interesada en hablar con alguien más. Aiko difícilmente podía recordar siquiera haber hablado con él.
Ella era bastante bonita, así que las chicas hablaban mucho de ella, pero el parecía frío y distante, lo que daba a los demás una mala impresión. Por eso, las chicas que se habían interesado en él habían disminuido.
Pero hablarle hoy le estaba ayudando a darse cuenta del porque actuaba de esa forma. Estaba viendo todas esas etiquetas sobre las personas. Era evasivo porque temía entrometerse en los asuntos de los demás. Ahora que estaban hablando, no le parecía frío en lo absoluto. Hablo con sinceridad y franqueza sobre lo que tenía en mente.
Descubrir que Aiko era una vampira no lo asustaba, y ni siquiera lo encontraba extraño. Él siguió hablando con ella como con cualquier otro. Aiko siempre había estado avergonzada de su naturaleza, así que ver a Yuichi aceptándolo tan naturalmente la hacía sentir un poco mejor.
Sin embargo, es un poco extraño. Especialmente su relación con sus hermanas…
Incluso si son familia, no podía entender como le daba igual compartir la habitación con una chica de secundaria.
Y dejar salir el secreto de Takeuchi de esa forma fue bastante cruel.
Pero ella podía dejar pasar algunas cosas si se trataba del hombre que le había salvado la vida. Aiko no podía ofrecer mucho, por lo que ser su confidente era lo mínimo que podía hacer.
“Oye. Sé que te estoy poniendo mucho peso encima, pero si tienes algún problema, puedes hablarme sobre eso. ¿Ser vampiro no te trae ningún problema? Yuichi pregunto, interrumpiendo los pensamientos de Aiko.”
Tal vez se sentía culpable por haberle forzado a saber sobre Natsuki.
“¿Problemas como vampira? Realmente no me causa problemas en mi vida diaria. Si hay algo que me preocupa, sería…” Aiko se detuvo, recordando. Ella tenía un pequeño problema, pero no estaba segura si podía confiárselo a Yuichi.
“¿Qué es?”
“Es mi hermano mayor… Umh, ¿te suena familiar el síndrome de octavo grado?”
“…Sí, tengo experiencias con eso.” Yuichi hizo una mueca y sonrió.
“Mi hermano lo tiene.”
“Todos tienen sus hobbies, ¿no? Mientras no cause problemas a los demás…”
“Creo que… podría estar empezando a crear problemas. Estaba hablando sobre un antiguo clan que controla el poder de la oscuridad, y sobre volverse un verdadero vampiro… conquistar el mundo y esas cosas.”
“Oh, ¿esa clase de síndrome de octavo grado?” Yuichi parecía sorprendido.
“¿Eh? ¿Qué quieres decir con ‘esa clase’?”
¿Acaso existen varias clases de síndrome de octavo grado? Aiko tan solo había aprendido el termino recientemente.
“…Oh, hay cientos de clases del síndrome de octavo grado. Originalmente el término era usado para referirse a los estudiantes de secundaria que intentaban actuar como adultos. Pero se diversifico en diferentes significados desde allí. Al final se convirtió en la forma de referirse a las personas que creen que tienen poderes o algo. A eso te refieres, ¿no?”
“Sí. No iría tan lejos como para decir que quiero que vuelva a la normalidad, ni nada por el estilo. Pero quiero asegurarme de que no cause ningún problema a nadie.”
Si causase algún problema, los ancianos de la familia actuarían para arreglar la situación y luego, su hermano probablemente sería castigado. Por supuesto que estaría recibiendo que lo se merece, pero ella quiere detenerlo antes de que llegue a ese punto.
“¡Lo tengo! Te ayudare a pensar en qué hacer con tu hermano.” dijo Yuichi con fuerzas.
“¡Sí! ¡Entonces es un trato! Yo te ayudo con tu vista, y tú me ayudas con mi hermano. ¿Bien?” Aiko ofreció su mano a Yuichi.
“¿Eh? ¿Qué?”
“¡Ahora es cuando nos damos las manos! Es así como se cierra un contrato, ¿no?”
“Qué somos, ¿americanos?” Aun así, Yuichi tomo su mano. Aiko la encontró áspera y fuerte.
“Y… sé que es un poco tarde, pero debo decirlo. Gracias por salvarme.” Aiko sonrió ligeramente.
Gracias.
Me gustaMe gusta
Gracias por el cap
Me gustaMe gusta